TRAS LA PUERTA DEL PODER
Roberto Vizcaíno
Los caminos de esa alianza tienen años de resultados, afirman. Hasta hoy ambos lados confían uno en el otro. Y quienes los avalan en lo interno advierten que en ese actuar conjunto no hay ni aceleres ni protagonismos estériles.
Para entender cabalmente de lo que se habla, nos remiten al texto del amplio reportaje especial publicado el pasado miércoles 10 de septiembre por la agencia internacional Reuters bajo el encabezado de Inside the CIA’s secret fight against Mexico’s drug cartels (al interior de la lucha secreta de la CIA contra los cárteles de la droga de México), firmado por los premios Pulitzer Drazen Jorgic y Laura Gottesdiener, como para que no hubiera dudas de la seriedad de su contenido.
Los dos periodistas entrevistaron a más de 60 personajes, todos ellos especialistas o directamente involucrados, miembros en activo, en las actividades de la CIA y del Ejército, la Marina y los sistemas de Seguridad e Inteligencia de ambos países.
En ese contexto se sabe que desde hace años existen unidades de élite en las fuerzas Armadas mexicanas entrenadas y altamente equipadas por la CIA.
De todas, señalan, quizá la unidad más relevante es la del Grupo de Análisis de Información del Narcotráfico (GAIN), creado en los 90 y que desde entonces ha sido clave en la captura de decenas de criminales de alto perfil, en los años más recientes, los de la familia de Joaquín ‘El Chapo´ Guzmán y el cartel de Sinaloa.
El reportaje revela que esta unidad fue liderada durante años por Luis Rodríguez Bucio, quien luego se convertiría en el primer comandante general de la Guardia Nacional -el llamado internamente GAIN- y que operó por años en secreto.
Eso terminó luego de que el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador lo reveló en 2019 luego de su enojo y ante el fallido intento de captura de Ovidio Guzmán sumado al desastre del Culiacanazo.
La ira del mandatario se orientó hacia la DEA agencia que entonces fue casi proscrita y considerada como enemiga de México.
Con una relación más sólida y permanente, la CIA navegó entonces silenciosamente entre las fuerzas armadas mexicanas y en los espacios de aquellas unidades que había capacitado y dotado de equipos altamente tecnificados.
El reportaje de Reuters sugiere que, ante la marginación de la DEA, la CIA en México cobró fuerza en las unidades especialidades del Ejercito y la Marina.
Sobre todo en la aplicación de las pruebas de control de confianza, en especial las que incluyen el detector de mentiras y que son realizadas por esa agencia estadounidense.
La colaboración de la CIA, se afirma, se hace indispensable cuando comparte inteligencia con el Ejercito y la Marina a través de estas unidades para concretar las capturas de capos de alto perfil que la agencia considera estratégicas.
Lo interesante, se afirma, es que el reportaje -que más bien es un mensaje bajo líneas- aparece apenas una semana después de la visita de Marco Rubio para su encuentro con la presidenta Claudia Sheinbaum en México.
Un momento en que en Washington valoraban en serio realizar intervenciones militares unilateral en territorio mexicano que, ahorsa se sabe, eran reclamadas por la DEA desde que Trump regresó al poder a fines de enero y que fueron detenidas por el Congreso de EU, hasta no tener un mandato que de validez a una decisión presidencial de esta naturaleza.
Fue un momento en que la presidenta Claudia Sheinbaum, enterada de todo lo anterior, reiteró que una intervención militar directa de EU en México sería inaceptable.
De ahí la importancia de la publicación del reportaje de Reuters que sugiere un posible acuerdo de Rubio-Sheinbaum para ir a una mayor participación de la CIA en las unidades especiales del Ejército y la Marina de México, en una coordinación para capturar capos considerados blancos prioritarios y dar grandes golpes a los cárteles del interés de Washington. Con ello la mandataria mexicana estaría evitando incursiones militares en México exigidas por la DEA y que serían imprudentes e innecesarias en este esquema de colaboración con la CIA, se afirma.
¿SALVARÁ ADAN AUGUSTO SU POSICIÓN EN SENADO?
Luego de un cierre de semana muy complicado marcado por la captura y regreso al país de Hernán Bermúdez Requena, su exsecretario de Seguridad en Tabasco, para ser ingresado al mayor penal de alta seguridad de México, contexto que se le complicó con una rebelión de senadores de morena abiertamente opositores suyos, Adán Augusto López se prepara para resistir una semana más.
Así, pese a reiterados y cada vez más fuertes llamados a que renuncie, el coordinador de la mayoría de los senadores de Morena y presidente de la Junta de Coordinación política del Senado insiste en rechazar estar involucrado en lo del Cartel de La Barredora.
Ayer, ya un tanto fastidiada por tener que responder sobre el caso, la presidenta Sheinbaum igual insistió en que corresponde a las fiscalías que atienden este tema, y no a ella, determinar si existe causa penal contra Adán Augusto López.
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