LA RETAGUARDIA
ADRIANA MORENO CORDERO
Clara se ve la estrategia del gobierno de esta errada y llamada cuarta transformación, ahora en su segundo piso, para desviar la atención de los horrores del campo de Teuchitlán, Jalisco. Legisladores de Morena como el siempre impresentable Gerardo Fernández Noroña dijo que no se podía saber si los cerca de 400 pares de zapatos hallados en el lugar pertenecían a personas desaparecidas y si los restos encontrados eran de seres humanos.
Al percatarse del remolino que causó, el senador morenista le bajó a sus señalamientos y atribuyó el horror de Teuchitán a una campaña de la derecha en su contra, en una burda intentona por victimizar a Morena y sus rémoras.
“Es una manera ruin, es una manera infame, no tienen ningún interés en coadyuvar”, reclamó a la derecha casi al borde del llanto el “pobrecito” de Fernández Noroña. No cabe duda que este impresentable senador está como “de atar”, con muchas perturbaciones en la cabeza.
Se nota además que Fernández Noroña actúa por consigna y no le importa caer en la incoherencia y el descrédito con tal de quedar bien con la presidenta Claudia Sheinbaum.
Y por cierto, el coraje de la jefa del Ejecutivo no se hizo esperar en su gustadísima “mañanera del pueblo”. Bastante contrariada y al igual que el presidente del Senado, Sheinbaum Pardo atribuyó lo ocurrido en el rancho Izaguirre a una campaña en contra ni más ni menos que de esta errada y llamada cuarta transformación, ahora en su segundo piso y hasta se permitió llamar a los supuestos orquestadores de esta supuesta campaña , carroñeros. Bueno, hasta el tonito de voz le cambió a la jefa del Ejecutivo.
Antes, la propia Sheinbaum Pardo declaró en uno de sus shows mañaneros que, para variar, había que esperar para saber exactamente qué pasó en lo que se conocía también como “la Escuelita” y aseguró que en este expediente, “no habrá construcción oscura de verdades históricas nunca”.
Lo anterior es en referencia a una de las banderas electorales ni más ni menos que de Andrés Manuel López Obrador que prometió esclarecer el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.
Como se recordará, en la última reunión que tuvo el tabasqueño en Palacio Nacional con padres y madres de dichos normalistas, les dejó un muy mal sabor de boca y la estafeta se la pasó a su pupila Sheinbaum sin que ésta, a la fecha, haya hecho algo para solucionar este expediente.
Entonces, aquí la conclusión sería que si esta errada y llamada cuarta transformación no pudo con el caso Ayotzinapa, que durante la gestión lópezobradorista, solo dio vueltas en círculo para llegar al mismo lugar donde empezó, menos, mucho menos podrá esta administración con el campo de exterminio en el rancho Izaguirre y más lo que se sume porque no hay que soslayar otros lugares que se asemejan mucho al infierno que las madres buscadoras, a las que la flamante presidenta de México no ha recibido y ni caso les hace, han hallado en otros lugares del país.
Además, tanto la Fiscalía del gobierno de Jalisco como el gobierno federal, que se la han pasado “aventándose la bolita” unos a otros, ha maniatado a los grupos de buscadoras y buscadores no permitiéndoles el acceso, en este caso al rancho Izaguirre.
“A dónde se quiere llegar con todo esto de no dejarnos escarbar… nosotros sí tenemos la necesidad de encontrar a nuestros desaparecidos”, ha declarado Raúl Servín, miembro de Guerreros Buscadores de Jalisco.
A no ser que ahí se encuentren muestras de lo que la autoridad no ha hecho, que es, entre otras muchas cuestiones, encontrar pruebas y luego, responsables.
Ya se verá, finalmente, cómo cae la presencia ni más ni menos que del gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, de Movimiento Ciudadano, para explicar estos hechos. Lo más lógico es que Morena se vaya en contra de MC para justificarse.
