Desde Las Fuentes
Arturo de las Fuentes
Cerramos el primer mes de este 2024 con reflexiones importantes respecto de las crisis regionales que está enfrentando el transporte marítimo y la viabilidad en las cadenas de suministro mundiales, toda vez que, algunas de las principales vías marítimas para el traslado de mercancías, se están viendo afectadas por diversas crisis regionales y globales.
Se trata del Mar Rojo, el Canal de Suez y el Canal de Panamá, que enfrentan severas crisis en el tráfico de mercancías. El primero de ellos, el Mar Rojo, ha visto disminuido considerablemente el tráfico marítimo, debido fundamentalmente a los ataques que han recibido los buques mercantes en el marco del conflicto entre Israel y Gaza, y los cuales se han multiplicado en las últimas semanas.
Derivado también de los conflictos regionales, el Canal de Suez se ha visto severamente afectado, pues derivado del conflicto entre Rusia y Ucrania, el volumen comercial que pasa por el canal ha disminuido poco más de 40% afectando los flujos que conectan el Mar Mediterráneo con el Mar Rojo.
Finalmente, el Canal de Panamá, considerado como la arteria del comercio marítimo mundial, se ha visto severamente afectado por la sequía que ha golpeado directamente el volumen de agua del canal, y que ha ralentizado considerablemente el tráfico de buques entre Asia y Estados Unidos, registrando una disminución de cerca del 35% de los tránsitos totales.
La Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD) ha expresado su profunda preocupación porque las crisis en estas tres rutas marítimas ponen en riesgo el comercio internacional, considerando que, por un lado, el 80% del movimiento de bienes entre los países se da por rutas marítimas, y que por estas tres rutas, cruza aproximadamente una quinta parte del comercio marítimo mundial.
Las empresas navieras están incrementando notablemente sus tarifas para cubrir los gastos ocasionados por la actual crisis, lo que nos lleva a repensar la importancia del transporte terrestre y ferroviario como alternativas a los procesos vividos en la actualidad en esta materia.
En esta lógica, uno de los proyectos que México ha impulsado es el Corredor Transístmico, que incluye una serie de proyectos de infraestructura que pretenden convertirlo en la ruta logística más eficiente para el comercio interoceánico de América. Esto implicaría una ruta con servicios de transporte, energía y servicios confinados en una franja de 200 a 300 metros de derecho de vía y con una longitud aproximada de 200 kilómetros entre ambos puertos. A la fecha, se ha avanzado en la modernización de los Puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz, así como en la modernización de los tramos ferroviarios, aunque con contratiempos.
La pregunta es, si este proyecto realmente resultaría viable, a mediano y largo plazo, como una verdadera alternativa al movimiento internacional de mercancías, para lo cual, se requiere una gran inversión y la generación de las condiciones para que su operación se pueda dar en óptimas condiciones.
Lo cierto es que, hoy en día, nuestro país ya cuenta con infraestructura que puede hacer frente a este gran reto que se avecina en materia del transporte de mercancías que se dirige hacia América del Norte, toda vez que una alternativa viable y que ya está en operación es la llegada de mercancías al puerto de Lázaro Cárdenas, que son trasladadas por ferrocarril a la Costa Este de EUA, y que puede ampliar sus rutas hacia Canadá.
Estos corredores logísticos existentes deben ser aprovechados no sólo como una alternativa, sino como una oportunidad de hacer más eficientes los procesos operativos, sin poner en riesgo las cadenas de suministro globales.
Finalmente, y lo que es cierto, es que se requiere de manera prioritaria la creación y modernización de infraestructura que haga frente a las nuevas tendencias globales, para lo cual, no sólo se requiere retomar proyectos históricos, sino la consolidación de las rutas existentes que se acompañe de la planeación e instrumentación de proyectos con visión regional y de abastecimiento global.