ADRIANA MORENO CORDERO
Con 215 mil 636 homicidios en el país, cifra que seguirá avanzando en México, resulta muy difícil explicar que la violencia en general vaya a la baja porque simplemente no existe asidero que pueda sustentar eso; menos aún con hechos tan violentos como el ocurrido en lo que viene a ser la sustitución del “triángulo dorado” y se manifestó en los límites de Jalisco, Michoacán y Guanajuato, entidades que se han visto azoladas por la violencia en perjuicio de la sociedad; un nuevo y preocupante triángulo no tan dorado accionado por el Cartel Jalisco Nueva Generación, (CJNG)
Si bien algo ha hecho la actual administración en cuanto al combate al crimen organizado, los antecedentes no pueden negarse y mucho tiene que ver aquella famosa frase de “abrazos no balazos” que prevaleció como estrategia durante la administración de Andrés Manuel López Obrador y que demostró toda su ineficiencia.
El problema es que ahora el expresidente continúa esfumado de la escena política y muy probablemente una de las razones es que tampoco tiene cómo explicar su nula acción en materia de seguridad, -entre otros muchos temas-, que caracterizó su gestión.
Por eso, el oficialismo está a punto de tomar el control total y absoluto del Poder Judicial y colocar una especie de manto protector al tabasqueño.
En base a lo anterior, no se puede perder de vista un hecho muy importante. El dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, presentó ante el Ministerio Público una denuncia en contra de López Obrador que tiene como objetivo que el tabasqueño sea investigado porque durante su administración y aún más allá, México es visto en buena parte del exterior como un país que está en manos de la delincuencia organizada.
Moreno Cárdenas basa su denuncia en que López Obrador sería culpable por el delito de omisión entre otros muchos.
El líder tricolor anunció que presentó la denuncia “porque los tienen que investigar aquí en México, en los organismos internacionales y en los Estados Unidos”.
Desafortunadamente y como se ha señalado en líneas anteriores, con el control del Poder Judicial colocado del lado del oficialismo, el expediente no avanzará más. Sin embargo es bueno hacer hincapié en que la oposición, especialmente el PRI, ha luchado en contra del proceso de invisibilización que Morena pretende hacer con el bloque opositor y tampoco ha asumido una actitud pasiva y se ha dedicado a marcar los errores que se han cometido, y que han sido muchos, en esta 4T.
Los cuestionamientos de la oposición han terminado por poner muy incómodo al oficialismo y ante ello, la oposición insiste. Como prueba está que el coordinador de los diputados del PRI, Rubén Moreira acusó que Morena, se dedica a maquillar la cifras sobre inseguridad.
