El Arsenal
Francisco Garfias
La imagen lo decía todo. El presidente López Obrador acompañando al gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, en su último informe de gobierno. Una distinción con el priista que no ha tenido ni con los mandatarios estatales de Morena. Hasta celosos deben de estar.
La escena sería normal en una democracia consolidada. Así debe ser, en paz y sin aspavientos. Pero en un país polarizado por un presidente que ha abonado, como ningún otro, a esta especie de lucha de clases, versión siglo 21, se vuelve la excepción y motivo de crítica.
López Obrador salió de su palacio para ir al Sexto Informe del mandatario mexiquense. Quería demostrar gratitud hacia un adversario político que, como dijo en la mañanera, “no ha confundido las cosas, no ha hecho politiquería. Jamás una declaración contra el gobierno federal…”
Era su forma de ponerle una medalla al gobernador consentido, pero lo único que logró es que arreciaran las críticas fratricidas contra el mandatario estatal saliente.
Su presencia en el evento la anticipó en la mañanera. Fue un anuncio sorpresa. Me enteré camino a Toluca. Traía sintonizado en el carro el programa Ciro por la Mañana de Radio Fórmula.
Puse a trabajar mi memoria. No tenía registro de algún Informe de gobernadores al que López Obrador hubiese asistido en lo que va en sus casi cinco años en Palacio Nacional. Me puse contento. Iba al Informe de un gobernador, no a un evento inédito.
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Durante todo el Informe vi cómodo a López Obrador. Entró al Patio Central de Palacio de Gobierno en compañía del gobernador mexiquense y de su esposa, Fernanda Castillo.
Sonreía, saludaba a un auditorio que mezclaba morenistas con lo que él llama fifis o “integrantes de la mafia en el poder”, según sea el caso.
No importó. El aplauso fue parejo.
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En primera fila se encontraba Delfina Gómez, gobernadora electa del Estado de México. Pero también los nuevos machuchones de Morena en la entidad: Higinio Martínez y Horacio Duarte. No faltaron los miembros del equipo de transición de la gobernadora electa, diputados y alcaldes de Morena.
Julio Menchaca, gobernador de Hidalgo, la senadora Olga Sánchez Cordero asistieron puntuales a la cita. No así la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, quien llegó cuando Del Mazo ya leía su Informe de gobierno.
Era una especie de ocupación guinda anticipada del Palacio de Gobierno del Estado de México.
En el improvisado recinto había también empresarios, miembros del clero, sindicalistas y, nos dicen, representantes de 46 medios de comunicación.
El panista Enrique Vargas hasta foto se tomó con Delfina.
No vimos a ningún representante del CEN del PRI, pero sí a cuatro ex gobernadores: Eruviel Ávila, César Camacho, Emilio Chuayffet y Alfredo Baranda.
Enrique Peña Nieto y Arturo Montiel no asistieron. El primero vive en Madrid. Al segundo lo reportan enfermo.
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En su mensaje, el gobernador saliente dijo que la presencia permanente de López Obrador en la entidad ha sido un impulso que ayuda al Edomex a seguir avanzando.
“Como humanista y con su sensibilidad en las causas sociales ha construido un legado en la manera de ejercer el servicio público, generando oportunidades en beneficio de lo mas vulnerables”, le dijo.
Al terminar su Informe, del Mazo se bajó del templete y fue directo hacia AMLO. Ambos se fundieron en un abrazo y se dijeron palabras al oído. “Ya lo adoptó como a un hijo”, comentó uno de los asistentes.
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Del Mazo también tuvo palabras de aliento para la gobernadora entrante:
“El triunfo de la maestra Delfina Gómez Álvarez es una decisión histórica de los mexiquenses. Es la primera vez en que una mujer conducirá los destinos de esta entidad y el reflejo de los nuevos tiempos que vivimos.“A la Gobernadora electa le deseamos el mayor de los éxitos. Estamos convencidos de que si le va bien a ella y a su Gobierno, le va bien al Estado de México”, dijo el gobernador saliente.
Delfina se puso de pie y agradeció el comentario.
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No va bien la encuesta para definir a cuál de las corcholatas le cederá AMLO el “bastón de mando” del Movimiento de Regeneración Nacional.
Al caer la noche, Marcelo Ebrard subió a X el siguiente mensaje: “Sigo muy preocupado por el proceso de la encuesta en curso. Mañana haremos revisión con nuestros representantes de las incidencias y problemas.”
Quién sabe en qué termine ese proceso interno, cuyos resultados los conoceremos el próximo miércoles seis de septiembre. Morena está convocando a su Consejo Nacional para el 10 de septiembre.
El punto cuatro de la agenda del Consejo habla del nombramiento del “coordinador o la coordinadora” de Defensa de la Cuarta Transformación. En otras palabras, del candidato o candidata presidencial de la coalición que quiere hacer historia.
FIN.