LA RETAGUARDIA
ADRIANA MORENO CORDERO
Sin duda, el que debería de irse de rodillas a la Basílica de Guadalupe, es el flamante coordinador de la fracción parlamentaria del partido Morena en la Cámara de Diputados, Adán Augusto López Hernández por haberle hecho el milagro de que su asuntito con la Barredora, pasara a segundo término ante lo que indudablemente es el mayor escándalo que ha vivido la Secretaría de Marina con lo que ya se conoce como el grupo delincuencial de “Los Primos”, sobrinos del exsecretario del ramo en los tiempos del lópezobradorismo, Rafael Durán Ojeda, Manuel Roberto y Fernando Farías Laguna.
Con este escándalo, -no sobra señalar-, se vino por tierra aquella máxima de que los militares eran incorruptibles y ahora, en esta errada y llamada cuarta transformación en su segundo piso, son los militares los que tienen el control de todo.
Retomando el caso de la asistencia de López Hernández a la Villa sin perder su silla, habría que reparar en que los presuntos nexos que tuvo el también presidente de la Junta de Coordinación Política, (JUCOPO), en el Senado de la República vía el fugado Hernán Bermúdez Requena, -su exsecretario de Seguridad Pública estatal-, palidece y amenaza con diluirse, ante la acción de los hermanos Farías laguna, que adquirieron gran poder porque de acuerdo a diversos analistas, estaban metidos hasta el cuello no solo en la más grande red de huachicol, sino también en todas las obras, en este caso, de la SEMAR, que con toda la intención militarizó Andrés Manuel López Obrador, por lo que la actuación de el extitular de la SEMAR frente este expediente, es clave.
“Sorpresas te da la vida”, dice una canción y parece que por este escandalazo de grandes dimensiones, el senador López Hernández ha podido volver a medio aparecer en la escena política, eso sí, aclarando que no le gusta dar entrevistas.
Por eso, ya hasta se dio el lujo de anunciar que en la próxima reunión de la JUCOPO, pondrá sobre la mesa su “plan de austeridad”, en el que hace especial énfasis en que se suspendan los viajes internacionales, esto es, lo que se conoce como el “turismo parlamentario” y del que por cierto hizo gala y aprovechó al máximo quien ahora llora y patalea por ser simplemente un senador más, Gerardo Fernández Noroña.
“Ya no habrá más viajes internacionales porque estamos conscientes de que la mejor política exterior, es la interior”, dijo López Hernández. Pero si su “hermano” López Obrador se encargó, -aún hoy lo hace-, de destrozar la política internacional mexicana, tan apreciada en el mundo.
Lo que también seguramente calará en la propia bancada del partido Morena, es la propuesta que hará el coordinador morenista de que los senadores no gocen de ningún aumento salarial, ni en dieta ni en subvenciones, entre otras medidas, lo que se supone permitirán un ahorro de 500 millones de pesos, mismos que, ¿a dónde irán a parar? Porque los más recientes escándalos que fluyen día a día en el oficialismo dejan muchísimas suspicacias, amén de que la actual administración, y para nadie es un secreto, anda a la búsqueda de dónde obtener más recursos para sus programas sociales de compra de votos.
HUACHICOL FISCAL
Debería procurar el coordinador de Morena en la Cámara Alta ir a la Basílica de Guadalupe antes del 12 de diciembre porque de lo contrario, no va a poder pasar. Sin embargo, en el tema del huachicol fiscal, tema del que también le preguntaron, el exgobernador tabasqueño se fue con pinzas y aseveró que “cada quien es responsable de sus hechos”, y así como para “lavarse las manos” indicó que “el movimiento es más que un puñado de 10 o 20 funcionarios públicos que hayan cometido alguna irregularidad, y lo importante es seguir el trabajo con la gente”.
Se le olvida al senador López Hernández que él forma parte de ese puñado de funcionarios públicos que básicamente es la cúpula del partido Morena, pero se sabe protegido a pesar de los desdenes que le hace la presidenta Claudia Sheinbaum.
Por eso, no pasó por alto aquella famosa y desgastada frase de que “la autoridad investigará
hasta las últimas consecuencias” para identificar los presuntos responsables para después seguir los procesos judiciales.
Y hay que recordar que la Suprema Corte del Acordeón, (¡¡perdón!!), de la Nación, y el Poder Judicial, está absolutamente pintado de guinda, como se dice, “el chiste se cuenta solo”.
Tampoco hay que soslayar que la SCJN, se ha vuelto una especie de mercado en el que la cúpula del morenismo puede conseguir posiciones para sus cercanos. Patético papel, sin duda.