Aquí en el Congreso

 

Por José Antonio Chávez

Ayer de nueva cuenta se registró un asesinato más contra candidatos que buscan llegar a cargos populares.

Es una violencia desatada que desnuda la incapacidad del gobierno federal y los gobiernos estatales y municipales.

Esa violencia no ve colores ni respeta género, es igual terminar con la vida de un candidato o una candidata.

Le comenté anteriormente que el llamado a la paz ha sido también desde las presidencias del Congreso d ela unión, es decir, en el Senado la morenista Ana Lilia Rivera y de la Cámara de Diputados, la priista Marcela Guerra. Ellas han condenado los asesinatos.

Su llemado, incluso ha sido para respaldar a las mujeres que son las más violentadas, una situación que viven como pesadillas y en algunos casos, las propias candidatas además pueden perder la vida. Son hechos reprobables.

Este jueves le tocó perder la vida a Diego Pérez, un candidato a la Alcaldía de San Juan Canuc, Chiapas.

Naturalmente que indignó, como otros más que se han registrado en todo el territorio nacional, no hay seguridad ni garantía de la autoridad.

Por eso el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno “Alito” simplemente afirmó que en México la violencia está fuera de control y obviamente una incompetencia de la de la autoridad.

Y como en dodos los casos, el llamado de garantizar la seguridad al gobierno de López Obrador, parece que sigue siendo una frase de repetición y muy común en los escritorios y oídos del que manda en Palacio Nacional.

Alito le restregó al gobierno que garantice esa seguridad a los mexicanos y la de los candidatos, para evitar que la delincuencia organizada sea la que elija el 2 de junio.

Naturalmente que es más que grave ese llamado de Alito, pero lamentablemente es la realidad y los mexicanos lo sufren a diario.

El líder priista condenó ese asesinato como los otros m´s que se han registrado y exigió a las autoridades una investigación expedita para dar con los responsables y, obviamente aplicar toda la fuerza de la ley.

Al Presidente no le gusta nada que le recriminen la inseguridad que se vive en el país, pero la realidad es que hay focos rojos en varios municipios y estados, por eso el líder nacional del tricolor subrayó que los mexicanos vivimos en un país donde la violencia está fuera de control y hay incompetencia de las autoridades para imponer la ley y garantizar paz en todo el territorio nacional.

Vamos a ver ahora dice en sus conferencias mañaneras el Presidente porqué, sin duda, puede apostar que tomará el caso con ligereza. Ojalá me equivoque y, por el bien del país López Obrador pueda dar el manotazo y ordene aplacar, sin abrazos a esas organizaciones criminales que, como en el caso de Guerrero, cínicamente y con la complicidad del gobierno estatal, los delincuentes exhiben la golpiza a los conductores por no reportarse con ellos, un hecho, como la película de Canoa, un hecho vergonzoso.

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