Infraestructura Binacional: Proceso de Instrumentación

Desde las Fuentes

Arturo de las Fuentes

El proceso de instrumentación de un proyecto de infraestructura binacional se puede considerar de alta complejidad debido a la intervención un gran número de participantes, así como las estructuras administrativas, normatividades y formas de pensar diferentes en ambos lados de la frontera que confluyen a lo largo de las siguientes cuatro fases: planeación; autorización; licitación, y construcción e inicio de la operación.

El desarrollo de un proyecto de puerto fronterizo entre México y Estados Unidos puede iniciarse en cualquiera de los dos países; sin embargo, a lo largo del proceso y derivado en algunos casos de la necesidad de homologar voluntades federales entre los mismos, se demandan acuerdos comunes y el impulso coordinado de los actores para el desarrollo y ejecución del proyecto.

Las entidades fronterizas, que son quienes tienen plenamente identificadas las necesidades económicas, territoriales y sociales de la región, suelen ser quienes proponen la necesidad de construir un nuevo puente o cruce (aunque no son las únicas con capacidad para poder hacerlo), promoviendo, con sus gobiernos federales y estatales, la conveniencia de estudiar y evaluar el proyecto de su interés. 

Las fases que se implementan para el desarrollo de un nuevo puerto fronterizo entre México y Estados Unidos, desde la idea inicial del proyecto hasta su puesta en operación, tienen similitudes entre ambos países y se han identificado etapas clave, en la gestión de su desarrollo, que necesitan forzosamente la coordinación binacional entre las dependencias y las agencias involucradas para ajustar el proyecto a las necesidades e intereses de cada país.

A lo largo de la fase I, de planeación del proyecto, se hace una evaluación preliminar de la propuesta a fin de determinar si es viable y/o hay interés del país; en el caso de México, se integra su expediente técnico y se elabora el Proyecto Conceptual General, así como los estudios de factibilidad. Al concluir los estudios, la SICT realiza un dictamen; si aprueba el proyecto pasa a la siguiente etapa y se emite una nota diplomática donde formaliza el punto de cruce. 

De lado americano, la primera fase del proceso es la identificación y definición del proyecto, durante la cual se desarrolla un análisis de factibilidad preliminar donde se toman en cuenta aspectos como el objetivo del proyecto y el beneficio para el país, los impactos ambientales y las fuentes de financiamiento. La primera etapa concluye con una recomendación para proceder a la obtención del Permiso Presidencial y la definición de la dependencia que tomaría el liderazgo, lo cual depende del tipo de proyecto

La fase II, de elaboración de dictámenes técnicos involucra, de lado mexicano, la generación del expediente técnico del proyecto que se envía a las distintas Secretarías de Estado, con la Secretaría de Relaciones Exteriores como líder, así como a los gobiernos estatales y municipales involucrados para que analicen el proyecto y emitan su juicio. Con la evaluación de los dictámenes, se determina si se aprueba el proyecto e inicia el proceso de concesión, en caso de que así se determine. 

De lado americano, la segunda fase implica la obtención del Permiso Presidencial, el cual tiene como paso importante la definición del documento “Finding of No Significant Impact–FONSI” que se emite para evaluar el impacto ambiental que tendrá proyecto en el medio ambiente. En esta etapa participan la mayoría de las dependencias federales con el Department of State (DOS) cómo líder. 

La fase tres involucra, de lado mexicano, la elaboración de Proyecto Ejecutivo, Licitación y Asignación del Proyecto, con un esquema de financiamiento aprobado del proyecto, mientras que la fase cuatro implica el desarrollo de obras y operación. Antes de iniciar la construcción del cruce o puente internacional, debe estar liberado el derecho de vía y se debe contar con la declaratoria del punto de internación. Se desarrolla el programa de obra y se ejecuta de acuerdo con lo planeado. 

Las pruebas operativas del puerto fronterizo se inician cuando se van concluyendo las edificaciones que integran la obra, en su caso, incluyen las pruebas de la infraestructura en ambos lados de la frontera. El proceso finaliza con el último intercambio de notas diplomáticas donde se formaliza la terminación de la obra y el inicio de operación

De lado americano, la tercera y cuarta etapas consisten en el diseño final y la construcción del proyecto. En ocasiones se lleva a cabo el diseño y construcción en forma paralela en el esquema denominado “Design-Build”.

La coordinación de las actividades de las dependencias y agencias de ambos países es muy importante durante todas las fases del proyecto. Las notas diplomáticas y el cabildeo en el Grupo Binacional México-Estados Unidos de Cruces y Puentes Internacionales ayudan a establecer acuerdos y agilizan los procesos que, por alguna razón, se entorpecen y no permiten la continuidad del proyecto.

Finalmente, y aún cuando el proceso de instrumentación representa un gran reto que demanda invariablemente la coordinación de los trabajos en ambos lados de la frontera, lo cierto es que, la infraestructura binacional es un sector estratégico y prioritario, toda vez que la situación actual de los cruces y puentes fronterizos resulta insuficiente en relación con el dinamismo económico y el nivel de intercambio entre ambos países, así como entre las regiones transfronterizas.