Infraestructura Binacional y Planes Parciales de Desarrollo 

Desde Las Fuentes

Arturo de Las Fuentes

 

Hace unos días comenzó a operar, parcialmente, el segundo cuerpo del puente internacional Ojinaga – Presidio, un proyecto de infraestructura binacional que se ha instrumentado durante la última década, con la finalidad de agilizar el flujo de vehículos, carga y peatones en la región. Aunque el puente estará operando en su totalidad en el mes de septiembre, resulta prioritario considerar la elaboración de un plan parcial de desarrollo de la zona, con el objetivo de ordenar las áreas de influencia del mismo puente internacional.

 

Debido a lo anterior, esta entrega se dedicará a considerar dos elementos que, forzosamente, deberían acompañar un proyecto de infraestructura binacional: los planes parciales de desarrollo urbano y los planes de instrumentación estratégica de los proyectos de la zona.

 

Respecto de los primeros, vale la pena señalar que pueden derivar de los Planes Estatales, de los Planes Regionales, o bien de los Planes Municipales, en cuyo caso tendrán por objeto especificar en una zona determinada lo relativo a la zonificación, los destinos y las normas de uso, y los aprovechamientos del suelo.

 

Los Planes Parciales de Desarrollo Urbano pueden ser intraurbanos (regulación de áreas urbanizables), de cobertura subregional (derivados del Plan Estatal para el ordenamiento urbano en porciones determinadas del territorio estatal) o bien, de incorporación territorial (para integrar a los centros de población nuevas áreas de crecimiento).

 

Cada entidad política está facultada para organizar sus planes de desarrollo conforme a las necesidades y características de cada región. En la frontera México – Estados Unidos se observa un trabajo en donde, en algunas regiones, se realiza por Programas Municipales de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano, o bien, planes parciales y de desarrollo por zonas, conforme a las características de cada una de ellas.

 

El Plan de Instrumentación Estratégica (PIE) es el segundo elemento que acompaña al proyecto de infraestructura binacional, y al plan parcial de desarrollo. Es propuesto por los gobiernos locales, define las actividades propias del proyecto, o de los proyectos, así como las necesidades y prioridades de una zona específica para la promoción del desarrollo de esta, por lo que sus objetivos son:

  • Establecer la ruta crítica para la instrumentación del proyecto y/o de los proyectos a desarrollar.
  • Identificar los proyectos de largo alcance en la zona.
  • Promover los proyectos e instrumentarlos.

 

El desarrollo e implementación del Plan de Instrumentación Estratégica (PIE), demanda el uso del método de aproximaciones sucesivas, que consiste en identificar las actividades propias de cada fase del proyecto de infraestructura binacional e implementarlas poco a poco, sin causar alteraciones en el esquema mismo de la instrumentación, continuando paso a paso hasta que se haya consolidado el anterior, permitiendo así un avance gradual y controlado del mismo.

 

El alcance de este método incluye la concepción de la idea, la factibilidad, los estudios de seguimiento y avance, la gestión binacional, los acuerdos entre participantes, la resolución de conflictos, así como el Proyecto Ejecutivo hasta lograr la construcción de los proyectos.

 

A la vez, se consideran elementos del impacto del proyecto relacionado con el desarrollo de la zona, incluyendo aspectos de corte económico, comercial, social, cultural, de desarrollo urbano y por supuesto, de mejoramiento en la calidad de vida de las poblaciones involucradas.

 

Si algo tenemos claro, es que cada proyecto de infraestructura binacional es único en la frontera, conforme a sus características, sin embargo, todo proyecto debería contemplar el impacto en la región en donde se está desarrollando, sobre todo si consideramos que con los cruces y puentes, se incrementa la conectividad y los flujos entre los dos países, así como las interacciones transfronterizas, promoviendo invariablemente, el desarrollo urbano de la región y la generación de nuevos ordenamientos territoriales.

 

Por ejemplo, en el caso de Ciudad Acuña y Del Río, se están realizando estudios y planeación en ambos lados de la frontera, de los proyectos de infraestructura binacional, al mismo tiempo que se está trabajando con instituciones binacionales como NADBank, para la elaboración del plan parcial de desarrollo a fin de que el crecimiento y el ordenamiento territorial en torno a los puentes internacionales pueda darse de forma ordenada y planeada.

 

Finalmente, como parte de la planeación estratégica en el proceso de instrumentación de los proyectos de infraestructura binacional en la frontera México-Estados Unidos, se necesita contar con planes parciales de desarrollo que contemplen la frontera como espacio, a la vez que se cuenta planes de instrumentación estratégica que proporcionen una visión integral a largo plazo, que vaya más allá de los proyectos y trabaje en temas de alcance binacional para que se formulen los proyectos que se necesitan a lo largo de la zona con el fin de hacerla más competitiva, consolidando una frontera que conecte a México con Estados Unidos y hacer de esta una de las más competitivas del mundo.