Desde Las Fuentes

Arturo de las Fuentes

En el artículo de perspectivas se habló sobre los retos y las áreas de oportunidad que tiene nuestro país en materia económica; una de ellas es la continuación en la captación de inversión extranjera que favorezca proceso como el nearshoring, en el marco del proceso de integración regional, así como de otras regiones del sistema internacional que busquen acercarse al mercado estadounidense.

Pues bien, la Secretaría de Economía dio a conocer que durante el 2023, se identificaron, por lo menos, 378 anuncios de inversión, con una inversión aproximada de poco más de 110,000 millones de dólares, la cual se espera que ingrese durante este 2024 y los próximos dos años, considerando el proceso de reacomodo que están llevando numerosas empresas en el sistema internacional, abandonado la práctica del offshoring que se siguió durante las últimas décadas del siglo XX, y que claramente dejó de ser funcional a raíz de la pandemia.

Vale la pena señalar que, en función de lo anterior, la mayor parte de los proyectos de inversión (alrededor de 60%) corresponden a la ampliación de sociedades creadas en México, dirigidas al sector manufacturero, y específicamente a la industria automotriz, de autopartes y componentes electrónicos, en los cuales, la región se ha fortalecido aún más a partir de la entrada en vigor del T-MEC. Esto permite entender que Estados Unidos sea el país con mayor número de proyectos de inversión en México (cerca del 40% del total), seguido de países como China y Dinamarca.

La inversión extranjera mexicana en Estados Unidos también se está impulsando a través de dos frentes: por un lado, el tradicional que llevan a cabo grandes empresas como CEMEX, Grupo Bimbo, Sigma Alimentos, entre otras, y la cual se lleva a cabo a través de la adquisición de acciones, la expansión de sus operaciones o la adquisición total de marcas estadounidenses.

El segundo frente, que está impactando en nuestra región de estudio, es el de la inversión transfronteriza, de más de 100 millones de dólares anuales. Esta dinámica de inversión, propia de la frontera, se debe al proceso de economía integrada que las empresas de ambos países han desarrollado gracias al diseño de procesos productivos que se benefician de sus ventajas comparativas y competitivas. 

Como una forma de incrementar los flujos de IED entre México y Estados Unidos, se han diseñado diversos instrumentos como el “Diálogo Económico de Alto Nivel”, el cual interrelaciona a los dos países por medio de sus respectivas dependencias de economía y comercio con el objetivo de promover el crecimiento económico, la creación de empleos y elevar la competitividad.

Finalmente, la relevancia de abordar este tema a inicios de año no sólo estriba en los montos de los que se está hablando, o de los sectores que se están privilegiando, sino porque con la llegada de estos capitales, se espera la creación de un gran número de empleos y con ello, la reactivación, consolidación y diversificación de las actividades económicas en nuestro país.

Una de las necesidades inherentes a la captación de inversión extranjera, será la de crear y modernizar la infraestructura binacional en la frontera México – Estados Unidos, sobre todo si consideramos que la región a la que fundamentalmente se está dirigiendo el capital es justamente la zona norte de nuestro país, debido a la cercanía con el país vecino, así como la existencia de los corredores comerciales más importantes de la región.