TRAS LA PUERTA DEL PODER
Roberto Vizcaíno
Muchos fueron las inteligentes, ingeniosas y fundadas reacciones la abierta irritación mostrada de nuevo esta semana por la presidenta Claudia Sheinbaum a los reportes periodísticos que exhiben diariamente al México convulsionado y sumido en la violencia y la muerte que ella gobierna.
Su malestar hacia los medios no es para nada nuevo ni ajeno a otros muchos vividos por otros mandatarios.
Es una constante que desde el poder se cuestione a los medios informativos por difundir hechos extraordinarios basados las más de las veces en muerte y violencia, en la exhibición de lo más oscuro de la condición humana -traiciones, corruptelas, hurtos, deshonestidad ética y política de la clase dominante ta sea pública o privada- y por no privilegiar los casos del buen comportamiento y logros de sus gobiernos.
No es este el espacio para darle a la mandataria una clase ni taller de compresión de los medios informativos. Ya tiene ella muchos años en las tareas públicas como para saberlo.
De todas las reacciones en los medios informativos a causa de su irritación hacia los medios informativos, a que tuve acceso, me quedo con una de mi amigo el historiador y periodista Héctor Aguilar Camín que retomo y se las comparto– a ella si es que alguna vez le llega a sus ojos esta columna, y a todos quienes pudieran y quisieran leerme ahora-, y que a su vez la escuchó hace años del periodista Francisco Martínez de la Vega y que narra una anécdota del general Lázaro Cárdenas.
En su presidencia, el general Cárdenas era testigo del constante malestar e irritación de uno de sus colaboradores cercanos quien se quejaba con él de artículos en su contra publicados por un diario de la época.
“Harto un día le pide consejo al presidente y este le pregunta que tanto lo alteran los textos del medio, y el general colaborador le dice que en extremo…
—¿Y de veras le molestan mucho esas noticias? —le preguntó el presidente Cárdenas.
—Mucho, mi general. ¿Qué me aconseja?
—Pues si le molestan tanto esas noticias, general, lo que le aconsejo es que no las lea —respondió Cárdenas”.
Por ello Héctor le sugiere a la mandataria “que no haga corajes con la prensa. (porque) La prensa no tiene remedio”.
Creo que esta anécdota es tan contundente que no hay nada que agregar. Menos aún cuando ella está convencida que esos medios y periodistas, no los leen ni cinco personas.
Bueno, sí, quizá una sola cosa habría que agregar: sé que ella concluirá, se irá, y los medios y sus periodistas, fotógrafos, analistas, editorialistas, etc, permaneceremos para continuar con la narrativa de este momento. La historia de este sexenio la contaremos nosotros como ahora contamos la de AMLO y todos los que lo antecedieron. Esa es una realidad que no podrá modificar ni ella ni nadie.
CON SUS DECISIONES, NOROÑA RETA A SHEINBAUM Y A LA 4T
Toda paciencia se acaba cuando el ego y la estupidez, la ausencia de neuronas, de quién la reta es mayor que la tolerancia de quién -o quiénes- lo sufren.
Eso está por ocurrir en el caso de este esperpento llamado Gerardo Fernández Noroña.
Engolosinado por continuar con la irresistible atracción mediática, y los beneficios que le daba ser presidente del Senado, se ha inventado tareas absurdas y participado en conferencias de prensa cada vez más absurdas y estrafalarias.
La más reciente, de apenas anteayer, con motivo de su costosa gira en avión particular por Coahuila, financiada con recursos hasta ahora no explicables, para asistir a un par de eventos sin la menor trascendencia, ni justificables políticamente hablando si hubieran sido en un barrio marginal de Iztapalapa en que haciéndose el chistoso dijo que se lo había regalado el empresario Ricardo Salinas Pliego y que había sido aprobado por la presidenta Claudia Sheinbaum.
Ni lo uno ni lo otro. Y al decirlo, mostró que su estupidez ya involucra a terceros que no debe tocar. Al menos la presidenta Sheinbaum ya mostró una irritación hacia él que podría significar el primer síntoma de estar rebasando su paciencia. Y que el coletazo presidencial podría venir pronto.
Hoy esta actitud y hechos irracionales y abiertamente tontos de Noroña ya cayeron en la mesa de su coordinador el senador Adán Augusto López quien tiene de por sí un entorno muy complicado como para todavía andar metiendo en cintura a un personaje como Noroña.
No nos extrañemos que para acabar pronto, sea designado delegado de Coagua en Tapachula, Chiapas, o encargado de controlar el gusano barrenados en campeche, al mando de su amiga la igualmente extravagante gobernadora Layda Sansores.
Por ahí anda ya la respuesta que requiere su ausencia de prudencia y neuronas.
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