Mario Delgado se deslinda de plantón en la Suprema Corte

La Retaguardia

Adriana Moreno Cordero

  • Gobernadores morenistas dejan ver preferencia por una y otra “corcholata”

No es ocioso indicar que las fisuras en Morena continúan y amenazan con  convertirse en importantes y severas fracturas, lo que resulta especialmente significativo si consideramos estar en la cuenta regresiva de las elecciones a celebrarse el próximo 4 de junio en Coahuila y Estado de México.

Tampoco es lugar común reiterarlo. Ahí están las recientes declaraciones del líder nacional del partido oficial, Mario Martín Delgado, quien de plano se deslindó de quienes se plantaron a las afueras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, (SCJN), para gritar de manera injustificada y majadera, una serie de improperios a quien preside el máximo Tribunal de la Nación, la ministra Norma Lucía Piña Hernández, y a la voz de que “el pueblo es grosero”, (¿será el “sabio y bueno”), según ellos, justifican su vulgar actitud.

Este grupo de gente dice ser “obradoristas” y sin embargo, han manifestado todo su rechazo a Mario Delgado, acusándolo de corrupto y de aprovecharse de su posición. Pero entonces, sí están con el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García —el consentido del presidente Andrés Manuel López Obrador—, quien, una vez que la Suprema Corte resolvió dar marcha atrás a la primera parte del desafortunado “plan B” del Presidente, anunció que vendría a la Ciudad de México para sumarse y reforzar el plantón a las afueras de la SCJN. Vale señalar que a la fecha, otros gobernadores morenistas no le han hecho caso.

De lo anterior, bien puede concluirse que el enfrentamiento es ahora entre Cuitláhuac García y el propio Delgado Carrillo, quien aseguró que los del plantón en la Corte “… se asumen como morenistas para ciertas causas y tienes a varios grupos a lo largo del país, pero no puedes decir que Morena esté mandando gente que esté afuera de la Corte a mentarle la madre a la misma (ministra Lucía) Piña” y agregó que a lo mejor, esos que gritan groserías a las afueras del máximo tribunal, son los mismos que lo agredieron verbalmente en Coahuila.

Hay que recordar que esos fueron también gente del candidato del PT al gobierno coahuilense, Ricardo Mejía Berdeja, concretamente, su esposa, pero por ahí saltó uno que otro que se dijo obradorista  y rechazó a la dirigencia que encabeza Delgado Carrillo.

Es abigarrado, sin duda, el escenario en el que se le abre la posibilidad a Morena de tener para 2024, un candidato presidencial de unidad, gracias al elector mayor que reside en Palacio Nacional y lo que diga “su dedito”.

Lo que no se puede soslayar, es que las divisiones están entre los aspirantes “corcholatas” presidenciales. Se sabe que la flamante jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, ya siente que va en “caballo de hacienda”; sin embargo pudiera ser que en la tercera semana de junio, cuando Mario Delgado ha convocado a los aspirantes morenistas, podría dar el banderazo para arrancar lo que inició como una adelantada carreras o, tal vez, justo para esa fecha, ya se tenga una carta de acuerdos entre las cuatro “corcholatas” para que salga la candidatura de unidad sin necesidad de ninguna encuesta, pues para eso está el gran elector, ¿o no?.

Municiones

*** Los gobernadores morenistas, además de hacer muy unidos comunicados en apoyo leal a su jefe, el presidente López Obrador, ahora también se dividen para pronunciarse por la “corcholata” o “corcholato” de su preferencia. Ahí está el caso del gobernador de Baja California Sur, Víctor Castro, que recibió con “manteles largos” ni más ni menos que al flamante secretario de Gobernación, Adán Augusto López, conocido también como “el otro López, a la voz de “Vamos con la Cuarta Transformación, la causa ahora es Adán Augusto López Hernández, adelante”. O sea, el gobernador bajacaliforniano está a gusto con el titular de la Segob que es su amigo de muchos años.

*** Por cierto, el responsable de la política interna del país, fue el único que se plegó a la instrucción de Mario Delgado y el fin de semana estuvo en Coahuila para apoyar al candidato de Morena al gobierno de dicha entidad, Armando Guadiana, de quien por cierto, conforme pasan los días, se dice que su campaña tiende a desinflarse. Y estuvo, sí, pero en calidad de algo así como “testigo de piedra”, pues no subió al templete ni pronunció discurso alguno. Lo más probable es que no se haya querido aventurar a recibir otra rechifla como la que recibió en el estadio de beisbol, de donde de plano, lo sacaron.

*** En esta misma tesitura, un gobernador que abiertamente se ha pronunciado por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, es el oaxaqueño Salomón Jara, que se ocupó en organizarle a la funcionaria, sendos eventos de apoyo por aquellas tierras, en Juchitán y Huatulco, a donde la funcionaria capitalina acudió para dar la conferencia “Políticas de Gobierno al servicio del Pueblo”, en las que evitó hablar del desastre que tiene en el Metro. Lo curioso es que en la entidad también se encontraba promocionándose el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien ahora se hace llamar “Bond, Casaubon” y que ante el abierto desaire del gobernador Jara, por las “ex benditas redes sociales”, dijo que él si estaba con el pueblo y hasta bailó. ¡Qué tal!

*** Otro que se anda moviendo en Morena es ni más ni menos que John Ackerman, que después de haber estado en “los cuernos de la luna” del lopezobradorismo, hoy anda dando patadas de ahogado y cada vez que puede, cuestiona al dirigente nacional de Morena sobre todo, en eso de la  carrera presidencial de las “corcholatas”. Ya anunció que para el próximo 9 de junio, reunirá en el Club de Periodistas a lo que queda de sus huestes para supervisar que la dirigencia del partido oficial propicien el tan llevado y traído “piso parejo”, algo que se ve cada vez más lejano, así que el investigador no conseguirá hacer ruido. Eso de tratar de revivir viejos polvos, no es muy recomendable ni para Ackerman ni para su distinguida familia, empezando por la ex secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval. Finalmente, el hermano de la ex funcionaria, Netzaí Sandoval, no llegó a ocupar un ansiado lugar en el INE.

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