TRAS LA PUERTA DEL PODER
Roberto Vizcaíno
No hay forma de encubrir su chavismo. El asalto madrugador del viernes pasado con marinos armados a 3 tramos e instalaciones de Ferrosur, de Grupo México de Germán Larrea, es simple y llanamente una expropiación de talante bolivariano.
La “ocupación temporal” militar, realizada bajo el amparo legal muy forzado de un decreto de Andrés Manuel López Obrador bajo el argumento de preservar la seguridad nacional, y evitar pagos por el derecho de paso, se ejecutó luego de que el propietario de la concesión –Larrea– se negó con todo su derecho a regresarla sin indemnización y sin cobrar sus respectivas sanciones como quería el mandatario.
En 2 ocasiones se reunió AMLO con Larrea la semana pasada en Palacio. El viernes AMLO le dio el albazo, el descontón chavista. Ese día los representantes de la empresa tenían una reunión más con los enviados de AMLO y su Gobierno para continuar en la búsqueda de una solución a los reclamos del tabasqueño. El encuentro ya no se realizó. Ya la marina estaba en posesión a la brava, con armas, de Ferrosur.
“La sorpresiva e inusitada acción militar” realizada por Marina y el Gobierno de AMLO, afirma Larrea vía Grupo México, hace muy complicada una negociación.
Agrega:
“De no llegar a un acuerdo en la negociación, la ocupación temporal se convertiría en definitiva”.
O sea, es una expropiación con toda la regla.
¿Por qué AMLO ordenó este asalto?
De acuerdo con enterados este golpe armado se realizó porque hoy los trenes de la paraestatal administrada por Marina Ferrocarriles de Tehuantepec detienen el paso antes de ingresar a las vías concesionadas a Ferrosur rumbo a Coatzacoalcos.
Para pasar los trenes de la paraestatal tienen que pedir la autorización a Ferrosur de Larrea y pagar derechos de paso, lo que impacta en costos y en programación operativa.
AMLO le habría pedido a Larrea regresar la concesión al Gobierno sin indemnización y sin reclamar cobro de sanciones a lo que el empresario se negó y le propuso a su vez construir una vía alterna para los trenes de la paraestatal pues los tramos afectados son puntos neurálgicos en la comunicación de sur a norte del País.
En un inicio AMLO aceptó a inicios de 2022 la propuesta de Larrea quien de inmediato ordenó la obra y destinó cientos de millones de pesos a esa construcción, pero AMLO decidió que mejor no, que quería lo que tiene Ferrosur, y entonces ordenó el asalto.
Eso le garantizaría al mandatario acelerar las obras del Corredor Interoceánico para terminar antes del fin de su mandato, y daría libre paso a Ferrocarriles de Tehuantepec o Tren Transístmico, empresa paraestatal creada en 2020 y administrada por Marina.
El punto además es estratégico para la conexión ferroviaria con la obra de la Refinería de Dos Bocas y su enlace con el Tren Maya, obras centrales irrenunciables de AMLO.
Con esto quedó demostrado a lo que el mandatario está dispuesto a llegar por esas obras.
Sin duda cree que con el eufemismo legaloide de “ocupación temporal” podrá paliar los reclamos y temores de inversionistas nacionales y extranjeros que ya salieron inmediatamente a advertir que esta expropiación parará las inversiones que estaban previstas a realizarse en México.
Otros temen que este acto sea el inicio de golpes chavistas que acerquen más a México a una Venezuela en caos y sin libertades ni respeto al Estado de Derecho.
Ya veremos pronto hacia dónde deriva este asalto armado.
MONREA ACUSA ALEVOSA CARGADA DE GOBERNADORES
Entrevistado por el diario El País, Ricardo Monreal no esconde su irritación.
Advierte que el destape anticipado de contendientes de Morena a la sucesión presidencial para el 2024 ha derivado en la formación de dos bloques de gobernadores: uno en favor de Claudia Sheinbaum y otro para Adán Augusto López.
Su partido, Morena, nunca respondió a su reclamo de ir a reglas negociadas por la dirigencia y los aspirantes para garantizar equidad y piso parejo.
Hoy por ello, afirma, Marcelo Ebrard y él han sido dejados fuera de los apoyos de los gobernadores. Marcelo dice, cuenta quizá con algunos mandatarios estatales y él, apenas con el de su hermano, David Monreal, el gobernadores de Zacatecas.
Recuerda que la mayoría de los gobernadores que apoyan a Sheinbaum y a Adán Augusto surgieron de las filas del Senado y son políticos que recibieron apoyos de él como coordinador de la fracción de Morena y como presidente de la Junta de Coordinación Política pero que ahora lo han abandonado.
Ricardo Montreal le aclara a El País, que pese a las inequidades e irregularidades que han marcado el proceso de Morena, él ni renunciará a la contienda ni declinará por nadie, menos denunciará ante las autoridades electorales las evidentes violaciones cometidas en la contienda porque ello debilitaría al movimiento del que proviene.
Afirma que aún a destiempo, en la reunión que tendrán los 4 aspirantes luego de las elecciones del Estado de México y de Coahuila, pedirá eliminar las cargadas insultantes en favor de Sheinbaum y de López, e ir a foros y debates regionales entre ellos con miras a luego enfrentar la encuesta que defina al candidato presidencial de Morena.
Poco que hacer ya, reconoce.
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