Desde Las Fuentes
Arturo de las Fuentes
Iniciamos este 2023 y la agenda de trabajo ya se encuentra en desarrollo. Más que hablar de perspectivas, es momento de plantear la agenda y las áreas de oportunidad en términos del contexto internacional, regional y de la frontera México – Estados Unidos como región estratégica en todos los niveles.
El panorama internacional aún se muestra inestable y con incertidumbre derivado de los eventos que nos acompañados durante los últimos años: la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la pandemia por COVID-19, así como la guerra en Ucrania que han generado cambios en las cadenas de suministro, así como nuevos esquemas de conflicto y cooperación entre las regiones del sistema internacional.
Por lo menos, cinco países compiten con China para colocarse como las nuevas “fábricas” asiáticas: India, Vietnam, Tailandia, Bangladesh y Malasia. Todas estas naciones han crecido durante las últimas décadas en términos demográficos, económicos, industriales y/o de inversión, lo cual les coloca como fuertes competidores regionales del gigante asiático, que ha pasado los últimos años en crisis por la guerra comercial con Estados Unidos y el cierre de sus fronteras por el COVID-19.
La guerra entre Rusia y Ucrania no solo ha impactado en las cadenas de suministro, sino ha replanteado la interdependencia existente entre la región europea y la nación asiática, abriendo la posibilidad de que nuevos mercados estrechen relaciones.
A nivel regional iniciamos este 2023 con movimientos y esfuerzos para consolidar la región de América del Norte como líder y promover el desarrollo compartido entre los países miembros del tratado de integración regional: Estados Unidos, Canadá y México. Para ello, la Cumbre de líderes que se ha llevado a cabo durante esta semana pone énfasis en los pilares de la relación, cuya agenda de trabajo está marcada primordialmente por seis ejes: diversidad; equidad e inclusión; medioambiente y cambio climático; competitividad con el resto del mundo; migración y desarrollo; salud, y seguridad.
En términos de la frontera México – Estados Unidos, tenemos un escenario favorable para los proyectos de infraestructura toda vez que el nearshoring ha generado oportunidades de desarrollo económico en los estados fronterizos, gracias a la reubicación de distintos centros industriales seguirán llegando a México nuevas inversiones procedentes de EU, Europa y Asia, sobre todo a los estados del norte del país que están aprovechando las ventajas de la cercanía geográfica, así como los mecanismos del TMEC.
Finalmente, este 2023 nos presenta grandes desafíos, pero también grandes oportunidades para promover el desarrollo regional a través de la cooperación y la corresponsabilidad en los temas que son de interés común para las tres naciones. Para ello, tal y como lo hemos sostenido durante los últimos años, la frontera México- Estados Unidos se ha consolidado como una región estratégica para poder garantizar la seguridad, estabilidad y desarrollo compartido de las tres naciones miembros.