Resolución de Conflictos

Desde Las Fuentes

Artuto de las Funtes

 

Los conflictos están presentes en todas las manifestaciones de la vida: engloban guerras, disputas, crisis y problemas de diversa índole, por lo que su estudio, hoy más que nunca, se convierte en un tema fundamental no sólo para garantizar la paz, sino para promover el desarrollo compartido entre las naciones.

 

¿Qué entendemos por conflicto? Este término nos conduce a pensar en situaciones donde se manifiesta de manera aguda la diferencia de opinión y/o de intereses, entre dos o más partes, por lo que involucra una relación social en donde los objetivos de los participantes son incompatibles.

 

A pesar de lo anterior, el conflicto posee dos significaciones simultáneas: puede ser visto como una oportunidad de crecimiento (constructivo) y sacarle provecho tanto cognitivo como pragmático, o bien, puede ser visto como un fenómeno de dominación y alienación (destructivo). Se trata de un fenómeno, producto de un contexto específico, con una historia propia y con características únicas. Es dinámico y se encuentra en constante transformación, por lo que su estudio, si bien implica el conocimiento del pasado, requiere obligadamente un extenso estudio del presente y la previsión del futuro para la búsqueda de su resolución.

 

Desde hace alrededor de cincuenta años, diversas áreas han buscado aplicar su conocimiento a la tarea de reducir el uso de la violencia en los conflictos internacionales. Una de ellas es la Teoría de Resolución de Conflictos, la cual tiene como objetivo mostrar las características y dinámica de este fenómeno, así como aplicar el conocimiento que fundamenta las técnicas y los métodos de su resolución. 

 

El método que propone la Teoría de resolución de conflictos, llamado “construcción de consensos” o “colaboración”, es un proceso de resolución usado principalmente en complejas disputas, para permitir a aquellos involucrados en el problema trabajar juntos y desarrollar una solución mutuamente aceptable. 

 

De acuerdo con Burges, este método tiene seis fases, que son las siguientes: 

  1. Identificación de participantes. Es fundamental que todas las partes estén involucradas en el proceso. Los participantes incluyen a los individuos y a los grupos que tienen poder para tomar o implementar decisiones, aquellos que tiene interés en el problema o en el resultado, y aquellos que tienen el poder de bloquear decisiones o su implementación.
  2. Inicio y diseño del proceso. Para que el proceso tenga éxito, los participantes deben estar involucrados con todo su conjunto, pues son ellos quienes deben poner las reglas, establecer las agendas y tomar las decisiones sustanciales.
  3. Definición del problema y análisis. Con frecuencia, al enfrentarse a problemas complejos, los grupos los definen de manera diferente. Uno de los primeros pasos en la construcción de consensos es llegar a un acuerdo sobre cuál es el problema y, cuál, su causa. 
  4. Identificación y evaluación de soluciones alternas. Usualmente se utiliza la lluvia de ideas como método para encontrar soluciones alternas y cubrir las necesidades de cada una de las partes.
  5. Toma de decisiones. En este método de solución de problemas, las decisiones se toman por consenso y no por voto, es decir, todos deben estar de acuerdo. Para llegar a dicho consenso, es necesario que las soluciones cubran las necesidades de las partes lo suficientemente como para que cada una de ellas concluya que la solución es benéfica tanto para ellas como para el resto de los participantes. Igualmente, el resultado debe ser mejor que el obtenido por medio de cualquier otro proceso.
  6. Implementación. La última fase es la implementación, que por lo general implica el monitoreo del acuerdo por parte del grupo.

 

Finalmente, el enfoque de la Teoría de resolución de conflictos es integrador de disciplinas y metodologías diversas, y propone otra manera de entender los conflictos y buscar soluciones. La utilidad de este enfoque es la construcción de consensos, minimizando la violencia, entendiendo las verdaderas necesidades y objetivos de cada una de las partes, enfatizando los puntos en común, minimizando el problema y encontrando soluciones basadas en el consenso.