La batalla bajo la inducción e intereses del presidente Andrés Manuel López Obrador en lo que corresponde a la Consulta de Revocación de Mandato y al trámite de sus reformas eléctricas, se dio ayer en todos los frentes, incluido el de Estados Unidos y Canadá.
Las acciones se dieron con fuerza lo mismo en las calles donde reporteros casi corretearon al secretario de Gobernación Adán Augusto López quien a su vez se fue a confrontar con los ministros de la Suprema Corte por la decisión que tendrán hoy e el Pleno sobre la constitucionalidad o no de la Ley Eléctrica, mientras que en las cámaras de Diputados y Senadores opositores y morenistas se daban con todo por lo de la revocación y lo de la reforma eléctrica.
En Palacio se apareció el embajador de EU Ken Salazar para responder al embate duro y directo de AMLO quien en su mañanera acusó al gobierno de Joe Baden de enviar a sus funcionarios a casi conjurar con los enemigos del régimen de la 4T para echar abajo la Reforma Eléctrica.
De Canadá el mandatario no profundizó, solo reveló que en una conversación telefónica anteayer con el Primer Ministro Justin Trudeau quedó en evidencia que allá igual ven a esta reforma como un riesgo al TMEC.
Y durante la tarde la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum encabezó una marcha con morenistas para apoyar la Consulta de Revocación.
Pero la cosa no quedó ahí, en su mañanera el presidente Andrés Manuel López Obrador consideró también que los ministros de la Corte “nadan de a muertito” por sobre el verdadero fondo de sus amparos, para así evadir su responsabilidad de entrar al fondo de los amparos que impiden la aplicación de las reformas a la Ley Eléctrica.
Hacen «pura fundamentación legal», o sea pura faramalla y no le entran al debate de lo esencial, advirtió.
De el embate de Estados Unidos, dijo:
“… hay reuniones de los opositores con funcionarios del Gobierno de Estados Unidos. Nosotros respetamos a todos, nada más que actuamos con independencia y con soberanía», subrayó.
DE LA REVOCACIÓN…
En cuanto al polémico mitin en Coahuila a donde el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y el comandante de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio, llegaron en un avión de esta corporación para luego promover la revocación de mandato, confrontó a las bancadas de la Oposición con la de Morena en el Senado.
Ahí Ricardo Monreal tuvo que emplearse a fondo desde la tribuna para defender al titular de Gobernación y al jefe de la Guardia Nacional y de paso al presidente López Obrador.
En esa tribuna los grupos del PAN y del PRI habían pasado ya de señalar la ilegalidad en que incurrieron ambos personajes, a las injurias y a las descalificaciones.
De entrada el zacatecano pidió respeto y un debate de altura sin injurias para así bajarle al calor de los insultos.
Y, ante la pregunta de la panista Kenia López Rabadán de que si Adán Augusto López y el Jefe de la Guardia Nacional habían violado o no la Constitución, Monreal respondió que, si la Oposición lo consideraba así, debía presentar las denuncias de hechos que correspondieran ante los órganos correspondientes.
«No soy juez. Soy senador«, indicó Monreal.
«Ahora mi papel es defender lo que creo: el proyecto que llevamos a las urnas, defender al Presidente sin ningún límite, al Secretario de Gobernación y al Comandante de la Guardia Nacional. Son hombres íntegros».
En tono irónico, el coordinador morenista dijo a los panistas: «si están muy enojados. Vayan a votar el domingo en contra (en la consulta revocatoria)».
El presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado refutó duramente a la priísta Beatriz Paredes quien había señalado que las violaciones en que incurrieron el Secretario y el Comandante habían representado un serio retroceso democrático.
«¿Cómo se atreven a hablar sobre retrocesos democráticos cuando son los responsables de todo el proceso de decadencia política y corrupción y del proceso de descomposición que México vivió durante más de un siglo?», interrogó.
Una afirmación temeraria porque él al igual que Andrés Manuel López Obrador formó parte de ese PRI al lado de no sólo Beatriz Paredes, sino toda una cauda de políticos de esa generación que en la última década han ido a parar a la cárcel o al desprestigio.
Hoy están en frentes distintos y desde ahí Monreal pide, exige “cuando usted habla, yo lo respeto, tenga tantita decencia de respetarme… yo lo respeto siempre”.
Y, para dejar atrás la confrontación individual, y llevarla a lo general agrega:
“Rechazamos totalmente las expresiones irrespetuosas y perversas… nosotros no somos Ministerio Público ni tampoco somos jueces… si el PAN o cualquier otro grupo parlamentario desean presentar denuncia penal, está en su derecho, ¡hágalo!… pero no use esta Tribuna para denostar, perversamente, política y partidariamente”.
Ya reencauzado el debate, serenos, y con todos atrás de la raya de lo civilizada políticamente permitido, el zacatecano dice:
“Nosotros no rehuimos al debate. Les queremos decir que la expresión que nosotros vimos en la televisión, es correcta. El Presidente de la República, sépanlo bien, es nuestra convicción: es y será el mejor Presidente que haya tenido México. Es y será el mejor Presidente que haya tenido México”, indica en un mensaje dirigido no al Pleno senatorial, sino para que se escuche en Palacio Nacional donde ahora ya no tiene puertas abiertas.
“Yo no creo, y rechazo totalmente, que se trate de retrocesos democráticos”, concluye.
En fin, apenas un esbozo de un ambiente donde las confrontaciones surgen por todos lados comenzando desde las mañaneras de usted ya sabe quien
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