T-MEC: evaluación a tres años

Desde Las Fuentes

Arturo de Las Fuentes

 

El 1° de julio se cumplieron tres años de la entrada en vigor del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Esta fecha representa un punto coyuntural, toda vez que nos encontramos a la mitad del plazo para la revisión del tratado que quedó estipulado se realizaría cada seis años. En consecuencia, éste representa un buen momento para evaluar los resultados obtenidos hasta el momento y comenzar a planificar aquellos temas que deberán estar sujetos a revisión y/o proposición como nuevas áreas de oportunidad para la región.

 

Partamos de la idea que la entrada en vigor del T-MEC coincidió con el inicio de la pandemia por COVID-19, lo que implicó un escenario de cambios y retos para la economía y el comercio mundial durante estos tres años. La mayoría de las fronteras estatales se cerraron, incluyendo la frontera México – Estados Unidos, con excepción de las activades esenciales, entre ellas las derivadas del proceso de integración económica de la región.

 

A lo largo de esta nueva era T-MEC, la región tuvo que modificar los procesos, restructurar las cadenas de suministro y abrir paso a todos aquellos temas, como el e-commerce, que representaban una novedad en el marco del tratado y un reto para la operación de este, considerando la incertidumbre y la vulnerabilidad del sistema internacional ante las difíciles circunstancias sanitarias.

 

A pesar de todas estas complicaciones, los primeros tres años del T-MEC han representado un resultado positivo para la región en lo que refiere a la esencia de su creación: promover el libre comercio y aumentar la competitividad de la región. De acuerdo con el Departamento de Comercio, México se ha convertido en el primer socio comercial de Estados Unidos y el tercero de Canadá. 

 

El comercio bilateral entre México y Estados Unidos pasó de 612 mil millones de dólares (mmd) en 2019 a casi 780 mmd en 2022, lo que ha representado un incremento de 21.5%. Por su parte, el comercio entre México y Canadá también ha mantenido un crecimiento, pasando de 33.4 mmd en 2019 a más de 38 mmd en 2022 lo que representa un incremento de 12.3%.

 

En el caso de nuestro país, los sectores que han presentado mayor incremento en las exportaciones hacia América del Norte son: en primer lugar, el sector de vehículos de transporte, cuyas exportaciones pasaron de 87.7 mmd en 2020 a más de 118.5 mmd en 2022, un crecimiento de casi 26%. Vale la pena señalar que, tan solo este sector, represente una cuarta parte de las exportaciones totales de México hacia la región norteamericana.

 

En segundo lugar, destaca el sector de maquinaria y equipo, cuyas ventas pasaron de 68,400 millones de dólares (md) en 2020, a casi 94,500 md en 2022, con un incremento de 27.6%. En tercer lugar, se posiciona el sector de máquinas, aparatos y material eléctrico, cuyas exportaciones hacia América del Norte pasaron de 66,200 md en 2020 a 87,400 md en 2022, lo que representó un incremento de 24.3% durante el periodo.

 

Otros sectores que también se han consolidado durante estos últimos años son la manufactura de fundición, de plástico, del vestido, así como el sector mueblero, los cuales han reportado un crecimiento constante. Esto se debe básicamente, al incremento en la inversión extranjera directa que ha recibido nuestro país de parte de las dos naciones: entre 2020 y 2022, México recibió alrededor de 50 mmd de los Estados Unidos y 10 mmd de Canadá, lo que ha contribuido a impulsar los flujos comerciales y a consolidar la integración productiva.

 

De acuerdo con el Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index), 8 de cada 10 productos fabricados en México son vendidos en Estados Unidos y Canadá, gracias a la firma del TMEC. En este sentido, 62% del comercio de México es generado por empresas manufactureras.

 

Sin duda, comercialmente hablando, el tratado ha sido positivo para México, que además de consolidarse como socio estratégico de la región, se ha visto beneficiado por el nearshoring, que representa en sí mismo, una oportunidad y un reto para la frontera norte de nuestro país, que deberá atender las necesidades de infraestructura para la instalación de las diversas empresas que han arribado o están próximas a hacerlo a nuestro país.

 

Finalmente, a partir de lo anterior, se abre la posibilidad para identificar los temas que deberán atenderse en la evaluación del T-MEC que se realizará en los próximos tres años. Entre ellos destacan: verificaciones del contenido regional establecido en el tratado; mecanismos de intercambio intra regional que favorezcan el desarrollo de las tres naciones; creación de posibles lineamientos para evitar el cierre de la frontera por razones no comerciales; propuesta para intercambio (como bloque regional) con terceras naciones; así como los temas que se han quedado fuera del tratado, como energías limpias y cuidado del medio ambiente, o aquellos temas novedosos, como la inteligencia artificial, que se han incorporado a la agenda trilateral.