Día Hábil
En Palacio Nacional andan muy preocupados.
El triunfo de Javier Milei en Argentina ha encendido las luces de alerta rumbo a las elecciones presidenciales de 2024 y por eso han intensificado la campaña de difusión de encuestas infladas, copeteadas o cuchareadas como dice Andrés Manuel López Obrador.
¿El objetivo?
Que los ciudadanos, que la gente crea que ya todo está decidido y que se desanime para ir a votar.
Y así se ha hecho no sólo ahora, con Claudia Sheinbaum Pardo como candidata, sino históricamente.
En junio pasado hubo elección para gobernador del Estado de México.
¿Y qué sucedió?
Delfina Gómez Álvarez, de Morena, ganó por apenas 7 puntos de diferencia a Alejandra del Moral Vela, del PRI, cuando las encuestas en campaña señalaban hasta 20 puntos a su favor.
El lunes se difundió una encuesta de De las Heras Demotecnia en la que la ex jefa de gobierno tiene 66 por ciento de las preferencias, por 14 de Xóchitl Gálvez, la abanderada del Frente Amplio por México.
¡Más de 50 puntos de diferencia!
¿Alguien en su sano juicio cree que Sheinbaum tiene esos números realmente?
Indudablemente marcha adelante.
¡Y cómo no! si lleva tres años en campaña, abierta, descarada, impune.
Pero de eso a que tenga 50 puntos de ventaja es absolutamente irrisorio, ridículo y un insulto a la inteligencia.
Las encuestas deberían estar controladas, legisladas, porque, de lo contrario, continuarán usándose para favorecer y no para informar transparentemente el momento.
SE SUMA SANDRA CUEVAS A LA TRAICIÓN
Sandra Cuevas, la estridente alcaldesa en Cuauhtémoc por la coalición Va por México, se sumó a su novio Adrián Rubalcava, alcalde de Cuajimalpa por el PRI, tras el berrinche de éste por no haber sido el candidato al gobierno de la Ciudad de México y rompió igualmente con el frente.
La locuaz política acusó a Jesús Zambrano, dirigente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), en una actitud ciento por ciento infantil y poco ética, de haberse entrevistado con ella borracho.
Ebrio, intoxicado.
El experimentado perredista negó toda acusación e hizo carambola al confirmar lo que se sabía desde la elección intermedia de 2021, cuando Morena perdió 9 de 16 alcaldías con la alianza:
Que Ricardo Monreal Ávila, ex coordinador de los senadores de Morena y ex aspirante presidencial, la impulsó tras un acuerdo con el sol azteca.
Desde entonces, el ex gobernador de Zacatecas era señalado por haber jugado en contra del gobierno de Andrés Manuel y cayó de la gracia del tabasqueño con el que, incluso, desayunaba tamales de chipilín y champurrado.
Hoy se ha confirmado.
Cuevas dice que no se irá a Morena, pero adelantó que Movimiento Ciudadano ya negocia con ella.
Va por México reviró en un comunicado y aseguró que no es con amenazas ni descalificaciones calumniosas como se logran acuerdos.
“Durante su administración, la alianza la había defendido”, le recordó y, prácticamente, la bateó.
Mientras, Xóchitl Gálvez, precandidata frentista, pidió a Rubalcava y a Cuevas dialogar para superar las diferencias.
LA DOBLE MORAL DE AMLO
Dos días después de que Javier Milei ganara la presidencia en Argentina, López Obrador se entrometió como acostumbra.
Nomás no le cuadra que la derecha haya triunfado allá, porque es un golpe para la dizque izquierda que, según ella, avanza en América Latina como nunca, porque el pueblo bueno le ama.
El presidente del doble discurso y de las venganzas, que no respeta el derecho de las naciones a tomar sus decisiones, dijo:
-Nosotros respetamos, pero no coincidimos con los gobiernos de derecha.
Para decirlo en una palabra, con todo respeto: fue un autogol.
Yo no estoy de acuerdo con los gobiernos de derecha, porque lo único que les caracteriza es la hipocresía.
Y lo comparó, así como no queriendo, con Pinochet y con Franco.
Vámonos: ¿Hasta cuándo tendrá Claudia Sheinbaum un discurso propio y dejará de repetir lo que dice Andrés Manuel?
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