La venganza de AMLO contra Piña por batearle todos sus absurdos

Día Hábil

 

Alberto Montoya

 

Ni una coma le cambiaron.

    Los diputados borregos de Andrés Manuel López Obrador aprobaron anoche la extinción de 13 fideicomisos del Poder Judicial por 15 mil 425.9 millones de pesos , que pegan a la Suprema Corte de Justicia, al Consejo de la Judicatura y al Tribunal Electoral Federal.

  No importaron las protestas, los bloqueos, las marchas de los trabajadores, que ven amenazados sus derechos por el deseo de venganza del señor que la ignorancia de los electores y los abusos del PRI y el PAN llevaron a la Presidencia en 2018 mediante el voto de castigo.

   El tabasqueño aplica su venganza en contra de Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) porque lo han bateado pese a la presión que ejerce desde la Presidencia.

   El máximo tribunal del país echó abajo la reforma obradorista al Instituto Nacional Electoral (INE), que acotaba como nunca en la historia al instituto y buscaba recortarle 4 mil millones de pesos más a los 4 mil millones de pesos que se le quitaron en el presupuesto.

   Se llamaba Plan B.

   Además, anuló el pase de la Guardia Nacional al Ejército, como también deseaba Andrés Manuel López Obrador, y le ha dejado bien claro que la división de poderes es fundamental para el buen funcionamiento de la aún incipiente democracia de México.

   López Obrador miente -¡qué extraño!- cuando asegura que el Poder Judicial ha suplantado al Poder Legislativo por reformar leyes y bloquear iniciativas.

   Lo que hace señor presidente, es responder a las impugnaciones que otros actores han interpuesto contra usted y sus constantes  abusos de poder y eso está en la ley, en la Constitución.

   Como lo que son –tapetes-, los diputados morenistas hasta se dijeron orgullosos de votar a favor de las órdenes que les envía Andrés desde Palacio nacional.

  Lo cierto es que detrás de esa venganza obsesiva de López Obrador está también el hecho de que se acabó ya todos los recursos, los fideicomisos y ya no tiene de dónde echar mano para mantener la compra del voto vía las pensiones y apoyos sociales, que en 2024 sumarán 800 mil millones de pesos.

  Una locura para las condiciones económicas de México, que aún no logra recuperarse de los daños causados pro Covid-19 y del incierto gobierno, que en el primer año decreció -1 por ciento.

           

MARCELISTAS Y MONREALISTAS, PURO CUENTO

Desde que Marcelo Ebrard rechazó el resultado de la encuesta de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) para elegir a su candidato presidencial –coordinador de la defensa de la transformación, o algo así– por un descarado apoyo a Claudia Sheinbaum Pardo, se especuló que al menos 50 diputados estaban con él y que eso pondría en riesgo la aprobación del presupuesto 2024 y votaciones clave como la de anoche.

  Y que se sumarían los de Ricardo Monreal,  a quien le apoyaban y respaldaban,  tras haber sido echado lastimosamente de la carrera presidencial al quedar con 6 por ciento.

   Pues no.

   Esos cincuenta y tantos diputados se hicieron güeyes por miedo a ser marginados o vetados por la ira implacable de Andrés Manuel y votaron a favor.

  Y por tratarse de una reforma secundaria basta con la mayoría simple para aprobarla, por lo que en el Senado pasará también vía fast track.

   La única opción que queda a la oposición es impugnar, pero el oficialismo advirtió ayer que un poder –en este caso el Judicial- no puede trabajar con temas que le involucren, así que no será fácil rescatar esa millonada que López Obrador quiere… para regalar vía pensión.

  

Vámonos: Ernestina Godoy es la fiscala carnala.

Háganle como quieran:  jodida:

 

      [email protected]