Inicia la recta final de las campañas en Estados Unidos y es momento de hacer una reflexión en torno a las propuestas de los candidatos en aquellas materias que tienen una vinculación directa con la frontera México – Estados Unidos, a fin de identificar las posibles áreas de oportunidad para la región.
Vale la pena señalar que estas propuestas tienen una vinculación directa con los temas que se han analizado previamente en términos de la agenda bilateral: migración, seguridad nacional y política exterior, así como migración, lo que refleja la importancia de nuestro país, para el funcionamiento interno de la nación estadounidense.
En materia económica, la candidata demócrata fundamenta su propuesta en inversiones en infraestructura y viviendas asequibles, destinadas a crear empleo y aumentar los salarios, así como la transición a las energías limpias, creando puestos de trabajo en industrias ecológicas y garantizando al mismo tiempo que el crecimiento económico sea integrador y sostenible.
Por su parte, el candidato republicano fundamenta su propuesta económica en el establecimiento de altos aranceles de 10 a 20% a los bienes de importación para promover un crecimiento económico, la independencia energética, la reducción de regulaciones y la mejora de las cadenas de suministro.
Vale la pena señalar que, una de las áreas de mayor oportunidad para la frontera México – Estados Unidos está justamente en la parte económica, ya que ambos candidatos plantean estrategias para contrarrestar el papel de China en la economía mundial, con lo cual, México se visualiza como un espacio estratégico para fortalecer las cadenas de valor y promover la integración regional a una escala mayor, con fundamento en el T-MEC. Recordemos que, gracias a esas medidas, México se consolidó durante los últimos años como el primer socio comercial de la nación estadounidense.
Uno de los aspectos que más podría afectar a la frontera México – Estados Unidos es la de reconstrucción de la base industrial de Estados Unidos y promover la fabricación nacional, disminuyendo la inversión de Estados Unidos en naciones extranjeras.
En materia de política exterior, la candidata demócrata ha establecido como prioridad restaurar el liderazgo estadounidense en la escena mundial, a través de los organismos multilaterales y con un enfoque regional. Se muestra una apertura a los temas de interés global como el cambio climático, la seguridad y la competencia tecnológica.
Por su parte, el candidato republicano ha establecido como prioridad la restauración de la influencia estadounidense en la escala global; a través de la reconstrucción militar, a través de inversión en tecnología de la materia y la búsqueda de alianzas con otras naciones.
Uno de los puntos de mayor debate para la frontera México – Estados Unidos lo constituye la materia migratoria, ya que las propuestas de los candidatos son en la mayor parte de sus contenidos contrapuestas y colocan a la zona con una visión diametralmente opuesta.
La candidata demócrata propone una fuerte seguridad fronteriza, tecnologizada y acompañada con una reforma integral que incluya una vía a la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados que han contribuido a la economía y la sociedad estadounidenses.
Por su parte, el candidato republicano ha asegurado que, de llegar a la presidencia, se aplicarán de manera estricta las leyes de inmigración y se tomará la frontera sur estadounidense como un tema de seguridad nacional, por lo que buscará la continuación de la construcción del muro fronterizo y tomar medidas drásticas contra los carteles que trafican drogas y personas.
Finalmente, como se puede observar, la frontera México – Estados Unidos constituye un punto estratégico en las campañas de los candidatos a la presidencia estadounidense; en el marco de una agenda que, por cierto, es cada vez más compleja y multidimensional, y en la cual, se ha consolidado como espacio fundamental para garantizar el desarrollo compartido de ambas naciones.
La complejidad para este espacio es que en él confluyen dos visiones: por un lado, en el tema de la seguridad, continúa siendo tratado como límite político y territorial, mientras que, económicamente hablando, es una zona competitiva, de dinámicas transfronterizas, binacionales e internacionales que superan por mucho, el simple concepto de frontera.
Las propuestas de los candidatos deberían contemplar, a través de acciones conjuntas, garantizar el desarrollo binacional en una relación directamente proporcional: a mayor seguridad, mayor eficiencia en los procesos compartidos por ambos países. Sí y sólo si se consideran estos elementos, se podrá contar con propuestas de campaña sólidas, viables y encaminadas a una mejor calidad de vida de ambas poblaciones que se encuentran en una dinámica binacional.