T-MEC: Consultas e Integración 

Opinión de las Fuentes

Arturo de las Fuentes

 

En días próximos se tiene previsto que den inicio las consultas entre México y Estados Unidos, así como entre México y Canadá, en materia de energía, a partir de las solicitudes que hicieron ambos países respecto a la política de nuestro país en esta materia.

 

La primera solicitud la hizo Estados Unidos en cuatro disposiciones de la materia, que considera violan diversos artículos del tratado, particularmente en capítulos como acceso a mercado, inversión y empresas propiedad del Estado.

 

De acuerdo con dicha solicitud, que replicó posteriormente Canadá, las acciones de política pública y regulatorias del Estado mexicano han impactado negativamente a las empresas estadounidenses y canadienses respectivamente del sector energético para beneficiar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y a Petróleos Mexicanos (Pemex), en una parte del tratado que obliga a otorgar un trato nacional y no menos favorable a los bienes, servicios e inversiones de los países socios, excluyen las prohibiciones a importar y exportar, y exigen imparcialidad en las leyes y regulaciones.

 

Ante eso, la Secretaría de Economía, que está encargada de la implementación del TMEC y llevará la batuta de las consultas junto con la Secretaria de Relaciones Exteriores, ha manifestado disposición al diálogo y la negociación para dar respuesta puntual a cada uno de los puntos que están dentro de las solicitudes estadounidenses y canadienses.

 

Recordemos que las consultas, que se llevarán a cabo en un periodo de 75 días aproximadamente, constituyen una primera etapa dentro del mecanismo de resolución de controversias previsto en el TMEC, con la finalidad de establecer un diálogo abierto y negociaciones directas entre los Estados que puedan solucionar los puntos establecidos.

 

En caso de que las consultas no deriven en un acuerdo entre las partes, Estados Unidos y Canadá podrán solicitar la conformación de un panel de expertos que, en el marco del TMEC, resuelva la polémica. Este proceso podría tardar alrededor de seis meses, por lo que se esperaría tener hasta 2023, una resolución formal.

 

Si el panel encuentra violaciones, la parte demandada debe corregirlas y, en caso de no hacerlo, los afectados pueden suspenderle los beneficios del tratado por el monto del daño, en la forma de aranceles u otros obstáculos al comercio y la inversión en cualquier sector.

 

De tal forma que, de no solucionarse la controversia, el escenario más complejo para México implicaría ser acreedor de sanciones o aranceles sobre los productos que el país exporta para compensar, según las reglas del T-MEC, el impacto negativo que tendrían las empresas estadounidenses y canadienses en materia energética. 

 

Algunos analistas consideran que las sanciones establecidas por los Estados Unidos podrían llegar a un aproximado de 30 mil mdd, que representaría cerca del 2% del PIB de nuestro país. El sector más afectado sería por supuesto, la maquila, piedra angular en la economía regional de América del Norte, ubicada en las regiones centro y norte de nuestro país, y la cual representa más del 50% de las exportaciones manufactureras y fuente de divisas de más de 25 billones de dólares. 

 

Finalmente, vale la pena hacer notar que, con este nuevo mecanismo de las consultas, se abre la oportunidad para establecer un proceso de negociación integrativo y fundamentado en la cooperación, en donde todas las partes puedan generar estrategias para beneficio compartido.