El Péndulo de la Política
Por Jesús Maqueda Salinas
Reiteradamente se escucha la importancia de que el ser humano nunca pierda su capacidad de asombro, para muchos es importante para preservar cierta dosis de inocencia. Pero en los tiempos actuales, en verdad, resultaría difícil, cuando menos en Hidalgo, perder esa cualidad, dados los más recientes hechos de lo que se ha enterado la sociedad.
Explico; justo en el momento en que el naciente régimen inicia una lucha frontal y decidida en contra de la corrupción que por décadas mermó el desarrollo a través de verdaderos asaltos al presupuesto, sale a la luz el millonario fraude, histórico, cometido en contra de una empresa gasera que tuvo como mal tino contratar al despacho jurídico más importante de la entidad, propiedad de una “acreditada” familia local.
Finalmente, los ilustres apellidos de un expresidente del Tribunal Superior de Justicia deberían garantizar la seriedad, compromiso y profesionalismo de la firma que se comprometió a aclarar y evitar una supuesta expropiación por parte de la autoridad. Lejos, muy lejos quedó del cumplimiento de compromiso. Impresiona la forma en que las practicas corruptas, al estar alejadas del presupuesto oficial, siempre buscará en donde cometer sus fechorías. Ahora fueron casi 40 millones de pesos los “saqueados” de Cuentas privadas, es decir, de particulares.
Con engaños que incluso contemplaron la falsificación de documentos oficiales para hacer creer a su cliente sobre una situación legal inexistente, este empoderado grupo pretendió seguir viviendo con dinero fácil, de donde lo haya. Como resultado ahora tenemos la más singular historia de corrupción entre particulares.
Aun cuando de manera tardía el grupo de abogados pretendió ofrecer una explicación a través de un comunicado, la exposición del caso en los medios de comunicación llamó la atención, pues no hace mucho tiempo que los mismos nombres eran ubicados como cercanos, muy cercanos al poder y sus beneficios.
El caso ocupa y en el futuro ocupará importantes espacios de análisis y pronto se verá. La manipulación de documentación oficial es cosa seria y más cuando se trata de abogados que en teoría siempre han estado del lado de la ley, cercanos a la impartición de justicia.
En fin, personas que de repente ofrecen perfiles públicos alejados del lugar que ocupaban en la sociedad o en el imaginario colectivo.
Con lo anterior, el gobierno de Julio Menchaca Salazar verifica que la fórmula es la correcta. Si existe una práctica criminal que golpea al desarrollo de Hidalgo es la corrupción que por años ha desviado los recursos que en un principio iban dirigidos a quienes menos tienen, para favorecer pequeños grupos consolidados de poder.
Minutero.- Las inercias son enormes, asfixiantes. Ahí están al descubierto la “Estafa Siniestra”, la inoperatividad del Tuzobús, las empresas factureras, la inconsistencia de algunas obras públicas importantes, los casos de las secretarias de Finanzas, Contraloría, Oficialía Mayor o Radio y Televisión de Hidalgo, por citar sólo algunas como ejemplo claro de prácticas corruptas.
Y en este poco deseable escenario, esta semana se nos entera sobre este escandaloso asunto cuya responsabilidad es atribuible firma del despacho de abogados de un expresidente del Tribunal Superior de Justicia, y si bien el probable responsable es su hijo al fungir como director de la firma, no deja de llamar poderosamente la atención los nombres relacionados con el asunto.
Ciertamente sorprende. Pone un serio aviso de hasta donde pudo haber llegado esta práctica, hasta donde está arraigada entre nuestra sociedad como costumbre. El llamado es serio, es responsabilidad de todos el terminar con la deshonestidad, con la tranza, con la impunidad. Es la hora de los ciudadanos.
Segundos.- El cambio de régimen ofrece sus primeros resultados, como se aprecia en diferentes publicaciones por parte de las dependencias estatales y federales asentadas en la entidad. Pero la presencia cada vez más extendida de grandes felinos, como es el caso de los pumas, ponen en evidencia el éxito de las políticas ambientales, pues responden al incremento de las especies menores. Nuevamente toca a nosotros, la población, el evitar maltratar o incluso asesinar a estos ejemplares que están protegidos por la ley.