Planeación y visión: Avenida de las Américas

Desde las Fuentes

Arturo de las Fuentes

 

En días anteriores comenzó a operar la Avenida de las Américas, uno de los componentes fundamentales del Proyecto del Centro Cultural Binacional (CeCuBi) entre Brownsville y Matamoros. Este proyecto, es a su vez, resultado del Proyecto Ferroviario Brownsville-Matamoros, con el cual se relocalizaron las vías del tren, del centro de la ciudad, hacia un libramiento en las afueras de esta.

 

Vale la pena señalar que, entre ambos proyectos, hemos tenido un tiempo de instrumentación de 22 años desde que se inició con la planeación del libramiento ferroviario, hasta el día de hoy, que se encuentra en proceso la reconversión del Puente B&M y la construcción del CeCuBi. 

 

A lo largo de estas más de dos décadas, hemos trabajado paralelamente con las cuatro fases de instrumentación de los proyectos: planeación; permiso presidencial y revisión técnica de las dependencias; elaboración del Proyecto Ejecutivo; y finalmente, la Construcción e inicio de operaciones. Esto, en el marco general en el que se inserta un proyecto de infraestructura binacional en la frontera México- Estados Unidos que lleva un tiempo promedio de 12 años, en donde la planeación y gestión toma dos terceras partes del tiempo y la construcción una tercera parte.

 

En razón de lo anterior, quisiera hacer hincapié en esta entrega, en el valor de la planeación para los proyectos de infraestructura binacional, toda vez que hablar de planeación es referirse a objetivos claros, líneas estratégicas precisas y realistas, que tengan la virtud de transformar la realidad en el momento de instrumentar. 

 

Todo proceso de planeación e instrumentación se enfrenta a retos como son: la concepción de la idea de un proyecto determinado, la conciliación de intereses entre los participantes, los cambios en los puestos de elección popular, la normatividad para la obtención de recursos, las autorizaciones de las dependencias en todos los niveles de gobierno, entre otros.

 

Esto implica que la planeación tiene sus propios tiempos, que no necesariamente son los tiempos de las autoridades a cargo. El proceso de planeación se lleva a cabo acorde con las características y necesidades del propio proyecto, así como el contexto y las condiciones que rodean a este. Sí, y solo sí, entendemos esto, podremos tener una planeación efectiva que tenga impacto a corto, mediano y largo plazo.

 

El éxito de la planeación consiste básicamente en la identificación de las variables más importantes, la formulación de objetivos a corto, mediano y largo plazo, la definición de métodos y estrategias para lograrlos y finalmente, el manejo de la incertidumbre propia de las circunstancias cambiantes de cada proyecto.

 

Para poder llevar a cabo la planeación estratégica de un proyecto de infraestructura binacional se deben considerar aspectos del ambiente interno y externo, definir las metas generales, crear y seleccionar estrategias a seguir, y asignar recursos para lograr dichas metas. 

 

La forma de realizarlo es a través de la formulación de un plan de instrumentación estratégico que ubique el proyecto desde una perspectiva dual: por un lado, a nivel interno, en donde se consideren objetivos, métodos y metas, a la vez que se le ubique dentro del contexto espacio temporal de la frontera México –Estados Unidos, en una zona específica, con características propias y una estrategia de desarrollo a seguir para la misma.

 

Y es aquí en donde la forma de trabajar resulta fundamental: la planeación debe de realizarse desde la óptica de un proyecto binacional, y no segmentado de cada lado de la frontera. Debe existir un orden y una coordinación entre las partes en donde se trabaje con mucha colaboración para integrar los estudios con las ideas y a la propia idea darle forma.

 

Esto fue lo que hicimos con el Centro Cultural Binacional: considerar no sólo el proyecto en particular, sino ampliar su alcance considerando el impacto para el desarrollo local y binacional, mejorando así no solo el desarrollo urbano, sino las dinámicas transfronterizas propias de la región.

 

Finalmente, sólo a través de la planeación será como se podrá relacionar los proyectos binacionales con las obras de infraestructura de diferentes tipos que se están haciendo en ambos lados de la frontera, considerando los impactos locales, nacionales, binacionales regionales, y que generen una visión sistémica de futuro a mediano y largo plazo en la zona fronteriza que mejore la calidad de vida de las poblaciones fronterizas.