El Péndulo de la Política
Por Jesús Maqueda Salinas
Los avances tecnológicos, de los cuales podemos dar constancias todos los días, han tomado un curso vertiginoso en las primeras décadas del siglo XXl; algunos apenas podemos imaginar la forma en que las posibilidades de intercambio de información digital cambiarán con la puesta en marcha de la red de internet 5G, por mencionar un ejemplo, el cual ofrece un panorama y posibilidades de interconexión verdaderamente impresionantes y que paulatinamente iremos conociendo.
Modernos robots que superan las habilidades humanas e inquietantes incursiones en la Inteligencia Artificial (IA) nos señalan un futuro en donde la ciencia, la tecnología y la investigación abren nuevas posibilidades para el ser humano. Son muchas los beneficios que se pueden adelantar con los avances de lo que se nos informan, pero sin duda también encontramos aristas que prenden alarmas muy serias para una sociedad como la nuestra.
Tenemos que hacer conciencia de que no necesariamente estas nuevas herramientas pueden ser usadas para ayudar a la humanidad, sino que, al mismo tiempo, pueden ser armas con la capacidad de lastimar, destruir o degradar personas. Que baste recordar el ya famoso reto del Clonazepam, presente desde hace tiempo en Hidalgo y que hoy precisamente mereció la atención de las autoridades federales en la conferencia del presidente Andrés Manuel López Obrador de las mañanas.
Difícil comprender que sea la misma tecnología, en este caso el teléfono celular que permite el acceso a las redes sociales, la que ponga en riesgo a la juventud mexicana, cuando en la propia mano del adolescente se encuentra el medio para investigar las consecuencias de ingerir substancias controladas o todo tipo de información que abunda en internet que advierten con claridad los riegos en prácticamente cualquier tema.
Es este en punto cuando la herramienta se ha convertido en un arma de autodestrucción. Es claro que para nuestra juventud el celular les permite interconexión entre sí, pero no es percibido como facilitador de información práctica al alcance de la mano, como elementos formales de investigación, lo cual resulta lamentable.
Es necesario destacar las cualidades positivas y negativas del acceso al internet, más cuando en el futuro cercano se nos advierte que la carrera tecnológica, lejos de desacelerarse, ingresará a una nueva etapa de anuncios que multiplican la información y las posibilidades de pertenecer a grupos globales heterogéneos, en donde no existen estructuras que verifiquen la fuente de los datos.
Como sociedad tenemos que estar atentos a lo que consume nuestra juventud. Lo anterior es un reto más de muchos que con toda seguridad llegarán por redes sociales y no serán pocos los jóvenes que decidan sumarse, algunos sólo por ganar notoriedad. Tienen que saber que la solución está en sus manos, literalmente.